Blog de Panavisión Tours

De Tierra Santa los a increíbles santuarios en asiáticos, te queremos enseñar las mayores maravillas del mundo.

En este post te recomendamos alguno de los templos más espectaculares del mundo que puedes ver.

Verdaderas obras de arte y arquitectura que muestran, cada uno a su manera, la comunión entre lo divino o lo humano y la relación del hombre con los dioses a lo largo de la historia.

A cada paso que des en estos santuarios, podrás descubrir como otras culturas viven y sienten la religión. Una manera de sumergirse en las raíces culturales de otros países.

Templos de Jerusalén

Jerusalén, como ciudad santa de las Grandes Religiones Monoteístas, contiene una gran cantidad de templos.

Cuesta mucho elegir uno solo de los templos de Jerusalén, pero por su importancia histórica y cultural para nosotros, uno de los más importantes es el Santo Sepulcro. Esta iglesia fue construida sobre el Gólgota, el lugar en el que Jesucristo fue crucificado, enterrado y posteriormente resucitó, según nos cuentan los Evangelios.

En su interior se encuentra precisamente la tumba en la que descansó el cuerpo de Cristo durante los tres días anteriores a su resurrección y es, por tanto, el origen de toda la religión cristiana. Un lugar cargado de misticismo en el que se puede respirar el ambiente sagrado de los oleos y el incienso.

Pero en Tierra Santa también podrás visitar otros templos. El famoso Muro de las Lamentaciones fue uno de los muros del Templo de Jerusalén, el epicentro religioso del pueblo judío. Tras la destrucción del templo en el año 70 solo quedó en pie este muro, donde los judíos vienen a rezar y depositar sus peticiones en los resquicios de las piedras.

En la explanada que antes ocupaba el Templo de Jerusalén –la famosa Explanada de las Mezquitas-, hoy día se alza uno de los santuarios más importantes del mundo. Se trata de la Cúpula de la Roca, un monumento musulmán construido sobre la roca en la que, según la tradición, Abraham intentó sacrificar a su hijo y, más tarde, Mahoma ascendió a los cielos para recibir las revelaciones de Alá.

También es el lugar donde se situaba el Santa Sanctorum del Templo de Jerusalén y según la tradición judía, fue también la primera piedra que existió en la creación del Mundo. Por ello, la Cúpula de la Roca es uno de los lugares sagrados para las tres religiones de Jerusalén.

Santa Sofía

Santa Sofía es una de las iglesias medievales más importantes y espectaculares del mundo.

Sin duda alguna, Santa Sofía es uno de los templos que hay que visitar una vez en la vida y uno de los lugares que ver en Estambul. Arquitectónicamente, se trata del perfecto ejemplo del estilo bizantino, imitado en todos los confines de Europa, con una cúpula que desafía todo lo que se sabía de arquitectura en la Edad Media y que en su tiempo, llegó a compararse con el mítico Templo de Salomón.

Por ello, no hay quien duda en calificarla como una de las catedrales más espectaculares de Europa. Históricamente, fue la sede del Patriarcado de Constantinopla en la Edad Media, el poder religioso del Imperio de Oriente; y más tarde, con la conquista otomana, convertida en mezquita.

Hoy día, está desacralizada, y en su interior podrás encontrar un imprescindible museo con mosaicos bizantinos y restos de su época como mezquita, como las inscripciones árabes o el Mihrab que muestra la dirección donde se localiza La Meca. Toda una mezcla de culturas que muestra la agitada historia de Estambul como capital de varios imperios.

Angkor Wat

El templo de Angkor Wat, en Camboya, es el más grande del mundo.

El Templo de Angkor Wat, en Camboya, es uno de los lugares más místicos del planeta. Está considerado el templo más grande del mundo con 200 hectáreas de terreno. Se trata de un complejo consagrado en un principio al culto hinduista y que, con el paso de los años, se reutilizó como santuario budista coincidiendo con el auge de esta religión en el sudeste asiático.

En el siglo XV la ciudad de Angkor y su templo fueron abandonados y tomados lentamente por la selva hasta que fue “redescubierto” en el siglo XIX.

Arquitectónicamente, el templo es uno de los mejores ejemplos del estilo del Imperio Khmer, que dominó el sudeste asiático durante seis siglos. Desde el punto de vista espiritual, ahonda en el concepto de templo-montaña de las religiones hinduistas, en las que el fiel trepa la montaña simbólica, que es el centro del universo, a medida que avanza por el templo, hasta llegar al centro del mismo, el ‘santa sanctorum’, que simboliza la cima de la montaña, y se funde con la divinidad.

Sus frisos decorados con escenas épicas religiosas e históricas y su bella arquitectura, en la que destacan las estupas que coronan el complejo –pertenecientes a la época budista del templo-, son razón más que suficiente para dejarse enamorar por Angkor Wat, uno de los lugares más fascinantes de la Tierra e, indudablemente, una maravilla de Asia.

Karnak

El Templo de Karnak es el gran santuario de la antigua religión de los faraones.

Uno de los templos más importantes que ver en todo el mundo es Karnak, el antiguo centro de la vida religiosa en Egipto. Este soberbio complejo de gran antigüedad –algunos expertos sostienen que es el más antiguo del mundo que aún se conserva-, fue creciendo a medida que los faraones, y más tarde emperadores helenos y romanos, los enriquecían con estatuas y santuarios de más dioses.

Dentro del Templo de Karnak destaca el Templo de Amón, el dios supremo del Antiguo Egipto; la Sala Hipóstila, con 134 columnas de 23 metros de altura labradas con jeroglíficos y escenas religiosas; o la Avenida de las esfinges, con 40 de estos seres mitológicos con cabeza de carnero que representan al dios Amón. Si uno quiere conocer los secretos del Antiguo Egipto, el Templo de Karnak es una visita obligada.

Tampoco puede perderse el cercano Templo de Lúxor, que ha servido a lo largo de los siglos como santuario para todas las religiones que han predicado a orillas del Nilo, desde los dioses de los faraones hasta el cristianismo copto o el islam. Sin duda, monumentos imprescindibles de Egipto.

Wat Rong Khun

El Templo Blanco de Tailandia impresiona a todos los viajeros que se acercan a visitarlo

Wat Rong Khun es uno de los templos que más impresionan de Tailandia. Este complejo, de un color blanco inmaculado que representa la pureza de Buda, comenzó su construcción en 1997 y aún está inacabado –se prevé que las obras se alarguen 90 años más-, aunque se permite la entrada a los visitantes a las zonas ya construidas.

Los viajeros quedan deslumbrados por la belleza y el detallismo de su decoración en cada edificio. Destaca el Ubosot, el edificio más sagrado del templo budista y donde los fieles acuden a orar, que está cubierto de imágenes de las nagas, seres mitológicos del budismo e hinduismo con forma de serpiente. Para llegar hasta este edificio, tendrás que cruzar un puente tendido sobre un mar de brazos blancos que surgen de la tierra, como si fueran las almas de los condenados al infierno. No cabe duda que ese panorama te sobrecogerá.

Curiosamente, además de las estatuas budistas, también hay representaciones de la cultura occidental…Superman, Spiderman, Terminator o Michael Jackson se encuentran pintados en los murales del interior del templo o en las estatuas que rodean el recinto.

Santuario Meiji

El Santuario Meiji es uno de los mejores templos sintoistas de Japón – By Countryman1981 (Own work) [CC BY 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/3.0)], via Wikimedia Commons

El Santuario Meiji de Tokio es, probablemente, el templo más conocido de Japón y donde mejor sumergirse en el sintosimo, la religión propia de este país que, muy a menudo, se mezcla con el budismo. En este caso, el Santuario diviniza al Emperador Meiji, que gobernó Japón en el siglo XIX y comenzó la Restauración Meiji, un importante periodo de la historia nipona, en la que el poder pasó de los shogunes –gobernantes militares-, al emperador; También se industrializó el país, convirtiendo a Japón en una potencia a nivel mundial y se abandonó la autarquía económica que rigió en el país durante siglos.

Cuando cruces el torii de madera de cedro que marca el comienzo del templo, podrás palpar la paz y la serenidad que emana de este santuario en pleno equilibrio con la naturaleza. De hecho, está inmerso en un enorme bosque que solía ser el refugio favorito del emperador y su esposa durante su vida. Disfruta de sus edificios tradicionales, donde se guarda el tesoro del templo, las pertenencias del emperador, y diversos murales que explican la vida y los logros de este importante monarca japonés. Te sorprenderá también la ofrenda de barriles de sake que cada año, son depositados por la asociación de productores de este licor japonés, para que el espíritu del emperador les ayude con las ventas. Sin duda, uno de los lugares imprescindibles que ver en Japón.

 San Pedro de Roma

San Pedro de Roma es uno de los lugares más sagrados de la cristiandad.

La Basílica de San Pedro de Roma es uno de los grandes templos de la Humanidad. Es el epicentro de la Iglesia Católica y, por el significado histórico y cultural, además de las bellas obras de arte que allí se encuentran, es una de las visitas que hay que hacer en la vida.

La iglesia fue edificada sobre la tumba del apóstol San Pedro durante el Imperio Romano y embellecida durante el Renacimiento gracias a los artistas más destacados de este periodo. Así pues, Miguel Ángel, fue el artífice de la impresionante cúpula que domina toda la Ciudad Eterna, mientras que Bernini fue el autor de la impresionante columnata de la plaza a la entrada de la iglesia.

Ambos artistas tienen algunas de sus obras más destacadas en el interior de la basílica. Así pues podrá encontrar La Piedad de Miguel Ángel, una escultura que deslumbra por su realismo; y el Baldaquino de Bernini, una enorme estructura de oro sobre la tumba del apóstol.

Una vez dentro de San Pedro, no pierdas la ocasión de visitar los increíbles Museos Vaticanos, uno de los museos más importantes del mundo, donde podrá disfrutar, no solo de alguna de las mejores obras de arte de la humanidad, también de la Capilla Sixtina, una obra maestra de Miguel Ángel.