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Te proponemos algunas de las ciudades de Alemania más especiales, cargadas de historia y encanto.

Las ciudades de Alemania son unos de los tesoros del Centro de Europa. A lo largo y ancho del país germano podrás disfrutar de urbes con un aura romántica, callejuelas plagadas del pintoresco  encanto medieval o incluso enormes ciudades rebosante de la arquitectura vanguardista más atrevida y moderna, fruto de la reconstrucción de la posguerra.

Hoy queremos proponerte 5 ciudades de Alemania que puedes visitar en tus viajes y que te harán disfrutar de la magia de este país.

Berlín

Berlín es una de las grandes ciudades de Alemania, cargada de historia, museos y lugares inolvidables.

Sin duda, Berlín es una de las ciudades de Alemania que debes visitar en tus viajes. La gran oferta cultural de la capital alemana le ha valido el sobrenombre de “La Atenas del Spree”.

Uno de los mejores lugares donde apreciar esta apuesta por la cultura es en la Isla de los Museos, donde puedes encontrar alguno de los museos más importantes del mundo, como el Museo de Pérgamo, uno de de los museos más importantes del mundo, situado en un edificio que incorpora en su arquitectura piezas arqueológicas tan importantes como el Altar de Pérgamo o la Puerta de Isthar de Babilonia; El Museo Nuevo, con la famosa colección egipcia en la que se encuentra el Busto de Nefertiti; el Museo Viejo o el Museo Bode, con espléndidas colecciones de arte y de piezas de la Antigüedad.

Pero Berlín es también una ciudad repleta de historia, como podrás comprobar paseando por sus calles. No te pierdas los restos del Muro de Berlín, que cercenó la ciudad durante décadas; la Avenida Unter der Linden, una de las avenidas más famosas de la capital alemana por los muchos edificios y monumentos que alberga; la conocidísima Puerta de Brandemburgo, símbolo de la ciudad; las plazas de Gerdanmenmarkt, una de las más sorprendentes de Europa o Postdamer, repletas de rascacielos; o el barrio gubernamental, donde destaca el Bundestag con su famosa cúpula de cristal, tan simbólica como espectacular.

Además, desde Berlín podrás acercarte hasta Potsdam para visitar sus famosos palacios, los símbolos del esplendor del Imperio Prusiano del siglo XIX, cargados de historia.

Múnich

El Viejo Ayuntamiento, en la Marienplatz de Múnich. Uno de los edificios que debes visitar en la capital bávara.

La capital bávara es una de las ciudades de Alemania que no te puedes perder. Repleta de lugares con encanto que combinan la magia rústica de Baviera con una ciudad moderna, repleta de vida.

Marienplatz, la Plaza de María, en el centro de la ciudad, es el lugar turístico por excelencia. Allí podrás encontrar el Nuevo Ayuntamiento, un edificio gótico que destaca por su Glockenspiel, el carrillón que cuenta con un desfile de autómatas muy conocido que representa historias y leyendas de la ciudad y que embelesa a los viajeros que llegan a Múnich.

Tampoco puedes perderte otro de los grandes atractivos de la ciudad alemana, el Palacio de Nymphenburg, una espectacular obra maestra del barroco que cuenta con coloridos frescos decorando sus bóvedas y un inmenso jardín que poco o nada tiene que envidiar a los de Versalles.

Por supuesto, otra forma de disfrutar de Múnich es pasear por sus cervecerías y degustar la cerveza alemana con una buena ración de salchichas bávaras o chucrut, aperitivos típicos de la región. Si vas a finales de septiembre, no te pierdas el Oktoberfest, una de las fiestas más pintorescas de todo el mundo.

Además, desde Múnich puedes realizar una excursión para visitar el famoso Castillo de Neuschwastein, uno de los castillos más famosos y románticos del mundo. Descubrir esta fortaleza decimonónica que se levanta sobre los árboles es toda una experiencia que te enamorará de Alemania.

Lübeck

La Puerta Holsten de Lübeck, símbolo de la ciudad alemana y uno de los perfectos ejemplos del gótico de Báltico.

Pocas ciudades de Alemania están tan cargadas de historia y monumentos como Lübeck. Esta preciosa urbe a fue a finales de la Edad Media un importante puerto comercial del Báltico y uno de los actores principales de la Liga Hanseática, hasta tal punto que llegó a ser la ciudad líder de la Liga.

Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de los más espectaculares de Alemania, está plagado de perfectos ejemplos del gótico en Alemania, que destaca el uso de los ladrillos en la construcción. El perfecto ejemplo de esta arquitectura se puede ver en la famosa Puerta de Holsten, símbolo de la ciudad.

Heidelberg

Panorámica de la ciudad de Heidelberg, con el Castillo, el Puente Antiguo y la Iglesia del Espíritu Santo.

Si hay una ciudad romántica por excelencia en Alemania, es Heidelberg. Esta preciosa ciudad a orillas del río Neckar, es uno de los lugares más importantes de la llamada Ruta Romántica.

Gran parte de su atractivo y aura de romanticismo se debe a su Castillo, que data del Renacimiento y que, debido a las distintas Guerras de Religión que asolaron el Centro de Europa en la Edad Moderna, quedó en ruinas. Sin embargo estas ruinas conservan el encanto que solo pueden alcanzar los edificios vencidos por la historia y el pasado. Desde el siglo XIX el Castillo de Heidelberg se convirtió en uno de los símbolos del romanticismo alemán por su pasado y sus espectaculares vistas al río que lo convierten en uno de los mejores castillos del mundo para visitar.

Además, Heidelberg también posee la universidad más antigua de Alemania, que empapa toda la ciudad de un animado ambiente universitario; una de las iglesias góticas más conocidas de Alemania, la Iglesia del Espiritu Santo; y el Puente Viejo, que cruza el Neckar y que posee una arquitectura espectacular.

No es de extrañar que con todo este acervo cultural, Heidelberg haya enamorado a millares de viajeros desde hace siglos.

Colonia

La Catedral de Colonia, uno de los monumentos más importantes de Alemania.

Colonia es una de las ciudades de Alemania más importantes desde el punto de vista turístico. Y no es para menos. Su posición en la ribera del Rhin y su larga historia  de más de 2.000 años de antigüedad, han hecho de esta urbe, una de las visitas imprescindibles del país germano.

Al visitar Colonia podrás disfrutar de su impresionante catedral, obra maestra del gótico alemán; su patrimonio de iglesias románicas, entre las que destacan los templos de San Miguel y San Pantaleón; o las famosas calles de Hohestrasse y Schildergasse, las vías comerciales más importantes de Alemania, herederas de las avenidas romanas.

Y por si fuera poco, puedes terminar tu visita tomándote una Kölsch, una de las pocas cervezas que gozan de tener una Denominación de Origen.

Por supuesto en Alemania hay muchas más ciudades que bien merecen una visita. ¿Cuál es tu favorita?