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Desde Petra a Amman o los Castillos del Desierto. Te recomendamos alguno de los lugares que puedes visitar en Jordania.

Jordania es uno de los destinos más fascinantes de Oriente Medio, y no es para menos. A lo largo de la historia, muchos imperios y civilizaciones han pasado por ese país del desierto y han dejado su huella, con monumentos increíbles que parecen sacados de historias de fantasía.

Hoy queremos repasar qué puedes ver al viajar a Jordania. Por normal general, todos estos lugares se visitan en los circuitos turísticos. Pero nunca viene mal recordar que con Panavisión Tours tendrás la seguridad de que tu guía será de habla hispana y experto en el destino, lo que te permitirá disfrutar de toda Jordania. Además, seguro que encuentras buenas ofertas para viajar a Jordania en cualquier época del año, como Semana Santa, o incluso en invierno…

Antes de viajar, echa un vistazo a las recomendaciones del Ministerio de Exteriores para los viajeros con destino Jordania. Aunque siempre hay que viajar con precaución, los principales lugares turísticos están considerados seguros.

Amman

La ciudad de Amman, capital de Jordania.

Amman es la capital de Jordania y, por tanto, un lugar turístico que no puedes perderte. Amman es una ciudad de contrastes, donde los rascacielos y los edificios modernos se codean con un centro histórico que aún conserva sus callejuelas enrevesadas repletas de bazares y puestecitos en los que comprobar la tradicional hospitalidad de los jordanos.

Por el pequeño tamaño de Jordania, Amman es también la base ideal para realizar las distintas excursiones a los lugares turísticos del país. Desde Amman, Aqaba –el lugar turístico más alejado de la capital-, apenas dista a 300 kilómetros en carreteras bastante buenas. Aunque en ocasiones no viene mal pasar una noche en un punto intermedio para mayor comodidad. Petra o el desierto de Wadi Rum, por ejemplo, son buenos lugares para este fin.

Petra

El Tesoro de petra, uno de los monumentos imprescindibles que ver al viajar a Jordania.

Por supuesto Petra es de obligada visita en cualquier viaje a Jordania. Esta ciudad excavada en la roca de un cañón en medio del desierto es una maravilla para los viajeros que se acercan a ver este espectáculo. Sus edificios más conocidos, el Tesoro y el Monasterio, son todo un icono del turismo jordano y auténticas maravillas del continente asiático.

La ciudad fue fundada en el siglo VI, como un importante enclave comercial de los edomitas, y más tarde de los nabateos, que conducían sus caravanas a través del desierto, prosperando a través del comercio. La ciudad fue creciendo y con el declive de los nabateos, los romanos se anexionaron sus tierras, convirtiendo a Petra en la capital de la provincia de Arabia durante el periodo bizantino.

Con los años, la ciudad fue abandonada y cayó en el olvido hasta que los occidentales la “redescubrimos” en el siglo XIX. Desde entonces esta maravilla de arenisca ha atraído a miles de viajeros y, también cineastas. Spielberg eligió este impresionante escenario para esconder el Santo Grial en Indiana Jones y la última cruzada, una película cuyo éxito comercial generó un nuevo interés por Petra. Es, sin duda, uno de los lugares que ver antes de morir.

Wadi Rum

Wadi Rum es el desierto que enamoró a Lawrence de Arabia.

Wadi Rum es otra de las paradas inevitables cuando se quiere viajar a Jordania. Este desierto enamoró, entre otros, a Lawrence de Arabia, y no tardará en averiguar el porqué. Sus enormes extensiones de arena y formaciones rocosas de colores cambiantes son suficientes para encandilar a los viajeros. Y por supuesto, la enorme montaña de Los Siete Pilares de la Sabiduría –renombrada así en nombre de Lawrence-, que se alza majestuosa en medio del desierto, no hace sino aumentar la magia del paisaje.

En Wadi Rum, además de un safari con todoterrenos por el desierto, o un paseo en camello con los beduinos de la zona, también merece la pena pasar la noche en los campamentos de jaimas. De esta manera podrá sentir en primera persona la mágica llamada del desierto y sentarse a contemplar las estrellas al caer la noche, sin una pizca de contaminación lumínica.

Jerash

Jerash fue una de las ciudades romanas más importantes de Oriente Medio.

Jerash, o Gerasa, según se prefiera es una visita imprescindible de Jordania. Situada a pocos kilómetros de Amman, este parque arqueológico fue, en otros tiempos, una de las ciudades más importantes de Oriente Medio, la gran joya de la Decápolis, las ciudades romanas de la región.

Se trata de una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo, y ha resistido estoicamente el paso de los siglos, las continuas invasiones y varios terremotos. Hoy día entre las ruinas más destacadas de esta antigua urbe se encuentran el Teatro, el Foro, los Templos de Zeus y Artemisa y el espectacular Arco de Adriano. También destacan las iglesias, construcciones de las primeras comunidades cristianas en torno al siglo IV. Todo un conjunto de monumentos que le transportarán casi 2.000 años atrás en el tiempo.

Aqaba

Las playas del Mar Rojo, en Aqaba.

Aqaba es una de las ciudades de Jordania más importantes, principalmente porque es la única salida del país al mar, concretamente al Mar Rojo. Por ello se ha convertido en un destino turístico importante para disfrutar del mar, la playa y los resorts. En Aqaba, una de las actividades más entretenidas es el submarinismo en las aguas transparentes del Mar Rojo.

Mar Muerto

El Mar Muerto es uno de los lugares más curiosos de Jordania.

El Mar Muerto es uno de los lugares más curiosos, no solo de Jordania, sino del mundo entero. Para empezar, este mar, que comparte Jordania con Israel y Cisjordania, es el punto más bajo de la superficie terrestre, ya que está situado a 416 metros bajo el nivel del mar.

Su ya famosa concentración de minerales –no solo sal- en sus aguas permite el curioso efecto de flotar sobre la superficie sin llegar a hundirse. Por supuesto, bañarse en el Mar Muerto es una de las actividades que hay que hacer en Jordania e incluso, debido a esta salinidad de sus aguas, es beneficioso para la piel.

Castillos del Desierto

Uno de los frescos de Qasr Amra, muestra del arte islámico primitivo

Los Castillos del Desierto son una de las excursiones más recomendables para hacer desde Amman. Este conjunto de fortificaciones –unas 20 en total– se hayan en un radio de 100 kilómetros hacia el sur y el este de la capital jordana y muestran una época histórica muy interesante de Oriente Medio.

Los Castillos del Desierto fueron construidos durante el califato omeya en el siglo VIII, en plena expansión del islam. Su cometido original era proteger las rutas comerciales que surcaban el desierto y hacer las veces de caravanserais. Por ello, muestran los elementos de la arquitectura islámica temprana.

Uno de los castillos más importantes es Qasir Amra, que fue la residencia de verano del califa Wasir I, uno de los monarcas más destacados de los Omeya. De este castillo destaca los frescos que decoran las paredes y que, sorprendentemente, representan animales y figuras humanas, motivos por lo común prohibidos en el arte islámico. También es recomendable las visitas a Al Jarana, que sorprende por el robusto aspecto que aún conserva a pesar de los siglos y Al Azraq, que fue centro de operaciones de Lawrence de Arabia durante la Rebelión Árabe.