La capital inglesa es uno de los escenarios favoritos de la industria del cine y, por eso, son innumerables las películas rodadas en Londres.
Es una ciudad con un encanto magnético, sin la que no puedes vivir una vez que la pruebas. Londres puede ser una postal romántica o el marco bizarro de una aventura sin igual.
El carisma de Mary Poppins nos llevó de la mano por Londres desde nuestra más tierna infancia. Crecimos y quisimos vivir el amor en el barrio de Notting Hill o soñamos con unas navidades muy british tras ver Love Actually.
También hay películas ambientadas en Londres y en los grandes personajes que han poblado esta gran urbe. Como la reina Isabel II nos enseñó en The Queen o Margaret Thachter en La dama de hierro. Es una ciudad perfecta para hacer una ruta literaria y degustar una tradicional taza de té.
Si la adoras seguramente conozcas las siguientes películas. Si aún no te ha robado el corazón, sigue leyendo porque es probable que lo haga.
El Código Da Vinci.
El best seller de Dan Brown dio el salto a la gran pantalla convirtiéndose en una de las películas ambientadas en Londres con mayor éxito entre sus fans. Muchos de ellos hacen una ruta por los lugares más emblemáticos que aparecen en este largometraje.
De hecho, el King’s College, la National Gallery o la Abadía de Westminster son imprescindibles en sus visitas (Y casi en cualquier top ten de cosas que hacer en Londres).
Westminster Abbey
El diario de Bridget Jones.
Aunque el personaje de Helen Fielding es más aficionada a los cupcakes que a los fish and chips, ha puesto en el mapa el pub The Globe y el Borough Market.
Bridget Jones y sus líos amorosos han movilizado hordas de fans con ansias de conocer los barrios al sur del Támesis. Una razón añadida para planear una escapada a Londres.
Cupcakes en el Borough Market
La Reina.
La corona de Inglaterra nos abrió las puertas de Buckingham Palace, uno de los más espectaculares palacios que puedes visitar en Europa.
De las películas rodadas en Londres, ésta es la que mejor te muestra el corazón de la monarquía británica, con la que incluso llegas a empatizar. Y eso que retrata la amarga época tras el fallecimiento de Lady Di (la soberbia actuación de Helen Mirren ayuda en la labor, eso sí).
Cambio de guardia en Buckingham Palace
La dama de hierro.
Y hablando de personajes históricos, Meryl Streep se metió en la piel de la polémica Margaret Thatcher para regalarnos una actuación de Oscar.
El Parlamento británico o el número 10 de Downing Street son radiografiados con intensidad, así como el ferviente entusiasmo inglés por la política.
Aunque The Iron Lady fue muy de quemar puentes (diplomáticamente hablando), supo respetar el emblemático Tower Bridge.
El Parlamento inglés y el Big ben
Harry Potter.
La mayoría de los millennials se habrán quedado fascinados con la capital inglesa gracias a la adaptación cinematográfica de este joven mago.
El mundo de Harry Potter no existe pero esta saga de películas rodadas en Londres ha calado hondo en las nuevas generaciones.
El Millennium Bridge, las estaciones de Westminster o King’s Cross, el zoológico o el London City Hall son algunos de los escenarios de estas mágicas aventuras.
El puente del Milenio y la catedral de San Pablo
Mary Poppins.
En cambio, los que peinamos canas vivimos eso mismo pero con Mary Poppins. Al ritmo de la música y con unos efectos especiales rompedores para la época, esta encantadora niñera nos sacó de paseo por algunos de los rincones más importantes de la ciudad, como la catedral de San Pablo.
Qué gran escena podrían haber protagonizado Mary Poppins y su paraguas de haber existido el London Eye en aquellos años.
La catedral de San Pablo
Cuatro bodas y un funeral.
Esta comedia romántica lanzó al estrellato a un imberbe Hugh Grant quien se movia en los enlaces con la soltura y elegancia de un inglés apuesto y canalla.
Para ser una película ambientada en Londres, nos dejaba claro que tiene un tráfico infernal y que en plena City había una joya desconocida para el gran público, la iglesia de Priory Church of St Bartholomew The Great.
Priory Church of St Bartholomew The Great
Notting Hill.
Un Hugh Grant en racha convertía el pijo barrio de Notting Hill en el lugar de residencia deseado por todos los enamorados de Londres (seguro que te vienen a la cabeza las típicas casas de este vecindario en el que descubrimos el mercado de Portobello Road).
Para conquistar a Julia Roberts, el intérprete británico dejaba a un lado los english breakfasts y apostaba fuerte por las librerías con encanto y el café latte.
Portobello Road
Love Actually.
Triplete de Hugh Grant, que parece decidido a convertirse en la cara amable de Londres. En esta ocasión nos dejaba la mejor película navideña de las últimas décadas.
Esta comedia romántica y coral irradia amor a su paso por las calles de Oxford Street o los pasillos de las galerías Selfridges.
Oxford Street iluminada en Navidades
Match Point.
El largometraje de Woody Allen es una oda a Londres. El Big Ben, la Tate Modern, los barrios de Chelsea, de South Kensington,…
La ambición, la pasión y la traición casi pasan a un segundo plano ante la belleza de una ciudad que cuando te agarra ya no te suelta.
Los protagonistas de Match Point asisten a un musical en el Palace Theatre
Y esto es todo por nuestra parte, ahora es tu turno, ¿qué te ha parecido este viaje de película? ¿Te apetece escaparte a Londres? Déjanos tu opinión aquí.