A lo largo del mundo encontrarás numerosos castillos en los que disfrutar de la historia, las leyendas y las panorámicas de alrededor. Te recomendamos alguno de ellos.
A lo largo y ancho del mundo podrás encontrar multitud de castillos y fortalezas, testigos del paso del tiempo que desde sus privilegiadas posiciones dominan paisajes, ciudades y valles. En este post queremos recomendarte alguno de los mejores castillos del mundo que puedes visitar.
Castillo de Neuschwanstein
Neuschwanstein es el prototipo perfecto de castillo medieval europeo –aunque en realidad fue construido en el siglo XIX-. Inmerso en la naturaleza bávara, se alza sobre un promontorio rodeado de bosques junto a un lago. Su arquitectura neogótica y la belleza del paisaje de alrededor lo convierten en uno de los monumentos más visitados de Europa.
Fue el rey Luis II de Baviera el que ordenó su construcción. Este monarca romántico, enamorado de las historias y los castillos –tanto que no hay quien duda en llamarle loco- mandó construir varias fortalezas que parecen sacadas de cuentos de hadas a lo largo y ancho de su reino, pero Neuschwanstein, el Castillo Nuevo, es sin duda su obra maestra debido en gran parte al espectacular panorama de alrededor. En palabras de su propio creador:
“El lugar es uno de los más bellos que pueda encontrarse, sagrado e inexpugnable, un templo digno del divino amigo que ha traído la salvación y la verdadera bendición al mundo”.
Luis II de Baviera
Su estilizada figura y su aura romántica inspiraron a Walt Disney para diseñar el famoso Castillo de la Bella Durmiente que, aún en el día de hoy, sigue siendo el buque insignia de las películas de animación de esta productora.
Castillo de Praga
El Castillo de Praga es el mayor de los castillos del mundo, con 70.000 metros cuadrados. En el interior de esta colosal fortaleza se agrupan alguno de los monumentos más importantes de la capital checa, entre ellos la Catedral de San Vito, el Palacio Real, el Callejón de Oro o la Torre de la Pólvora, entre otros.
El Castillo de Praga no es el prototipo de castillo medieval al uso, como pueda ser Neuschwanstein. Se trata de un enorme complejo de palacios, iglesias y edificios unidos por caóticas callejuelas y jardines que representan lo mejor de la esencia histórica y medieval de Praga.
El castillo de Praga se fundó en el siglo IX junto al río Moldava. A su alrededor se fueron formando los distintos barrios que hoy forman parte de la capital checa y cuya unión ha creado una de las ciudades más encantadoras de Europa con muchos lugares que ver.
La Alhambra
Hablando de los mejores castillos y fortalezas del mundo, no podía faltar la Alhambra. Este castillo es el perfecto ejemplo de la belleza y el esplendor de las construcciones que dejaron los árabes en España, con el permiso de la Mezquita de Córdoba y la Aljafería de Zaragoza.
Sus muros rojos, los palacios repletos de arabescos y jardines rodeados de verde, donde el agua fluye por un sinfín de acequias y canales inspirados en los ríos del paraíso musulmán, han enamorado a los viajeros que desde el siglo XIX peregrinan a la ciudad andaluza para descubrir esta maravilla, el legado de los nazaríes.
La Alhambra comenzó a ser conocida por los viajeros románticos gracias a Washington Irving, un escritor estadounidense enamorado de Granada que escribió Los Cuentos de la Alhambra, una colección de historias inspiradas en el ambiente árabe del palacio que cautivó a los lectores americanos de la época.
“Quién no ha visto la Alhambra no ha vivido”
Washington Irving
La Alhambra fue la sede de la corte nazarí del reino de Granada y tras la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos, los monarcas cristianos se preocuparon de conservar este tesoro e incluso mejorarlo, como da fe el Palacio de Carlos V.
Castillo de Eilean Donan
Eilean Donan es uno de los más pintorescos castillos del mundo. Aunque hay muchos lugares que ver en Escocia, incluyendo otros espectaculares castillos, la posición de esta fortaleza en las Tierras Altas de Escocia, justo en la confluencia entre tres ríos ha servido para que esta fortaleza sea una de las más visitadas de Escocia, tras el famoso Castillo de Edimburgo.
Para acceder hasta este castillo tendrá que cruzar un puente de piedra sobre la ría que le permitirá acceder a una de las maravillas de Escocia. La magia que emana de sus muros, casi en ruinas, y el entorno cubierto de verde, salpicado con el agua de los ríos han convertido a Eilean Donan en uno de los lugares más filmados del país, apareciendo en filmes de la talla de Braveheart o Los inmortales.
Castillo de Bran
El Castillo de Bran eriza la piel cuando se ve emerger entre los árboles de los Cárpatos, y no es para menos. Se trata del famoso castillo del Conde Drácula.
La vinculación de la fortaleza de Bran con el siniestro conde se halla en los propios orígenes del nosferatu. Bram Stoker, el escritor que creó el personaje, se inspiró en una descripción de la fortaleza para convertirla en la morada del vampiro. Dada esta relación, varias películas vampirescas han utilizado la imagen del castillo para recrear la morada del Conde.
“De pronto me di cuenta de que el cochero estaba llevando los caballos al patio de un enorme castillo en ruinas, en cuyas altas ventanas negras no se veía un rayo de luz y cuyas torres rotas mostraban una silueta dentada contra el cielo”.
Bram Stoker, Drácula
Hoy en día en el Castillo de Bran es uno de los mayores atractivos de que ver al viajar a Rumanía, no solo por la leyenda de Drácula, también por su arquitectura. En su interior podrá disfrutar del encanto de la fortaleza histórica, con exposiciones de objetos y utensilios tradicionales; y de las preciosas vistas del valle.
Sin embargo, al viajar a Rumanía también merece la pena visitar el Castillo de Peles, antigua residencia real y uno de los monumentos más importantes del país europeo.
Castillo de Osaka
El Castillo de Osaka es el perfecto ejemplo de fortalezas medievales de Japón junto con el Castillo de Himeji. Este impresionante edificio de madera, que domina toda la ciudad nipona, rebosa historias de samuráis y emperadores, que lo convierte en uno de los lugares más destacados de Japón.
Su arquitectura sorprende a los visitantes de esta ciudad japonesa. Hecho con madera y piedra y adornado con motivos labrados en oro, el castillo de Osaka es toda una delicia para la vista. Este inmenso edificio fue destruido por los bombarderos de la II Guerra Mundial, pero más tarde fue reconstruido minuciosamente, respetando el aspecto y estilo anterior. Toda una oda de los japoneses a su arquitectura tradicional.
Alrededor de este complejo, rodeado de parques y colinas que suman más de un kilómetro cuadrado de extensión, se encuentran los famosos cerezos de Osaka que, al florecer en primavera, tiñen los jardines del color rosa de las sakuras. Si viajas a Japón en esas fechas encontrarás a los japoneses celebrando el festival Hanami, en el que se reúnen a la sombra de las coloridas hojas de los cerezos en familia para celebrar un picnic.
Castillo de Windsor
El Castillo de Windsor es uno de los lugares imprescindibles al visitar Inglaterra. Se trata del castillo real habitado más antiguo del mundo, con una historia de casi diez siglos. El atractivo de esta fortaleza no solo está en su larga historia, que le ha permitido ser testigo de alguno de los momentos más importantes de la historia de Inglaterra y el Reino Unido, también en su arquitectura.
Por supuesto, a lo largo de los siglos, la fortaleza a orillas del Támesis se ha ido ampliando hasta llegar a su aspecto actual, que data del cercano 1992, cuando un incendio obligó a restaurar parte del castillo, respetando, eso sí, su forma original.
En su patio central destaca la Torre Redonda, la Torre del Homenaje, uno de los elementos más antiguos del complejo. Tampoco puede perderse la visita a los Apartamentos de Estado, la residencia de los reyes de Inglaterra que está decorada con una suntuosidad que maravilla a los ojos.
Castillo de Heidelberg
Gran parte del encanto de la ciudad alemana de Heidelberg se concentra en su castillo. Aunque esta fortaleza esté en ruinas, no por ello deja de ser un lugar romántico y espectacular en el que sentir en tu propia piel la historia y que hace de Heidelberg una de las ciudades imprescindibles de Alemania.
Su construcción comenzó en el siglo XII, como una modesta fortaleza sobre el río Neckar que fue ampliándose poco a poco hasta el siglo XVI, en el que consiguió el aspecto renacentista que aún se conserva en sus restos. En el transcurso de las guerras de religión del Centro de Europa fue destruido y reconstruido varias veces hasta que finalmente se abandonó.
No fue hasta el siglo XIX cuando los románticos germanos tomaron este castillo como un estandarte de la historia alemana. Hoy en día, su aspecto medio en ruinas, lejos de ser una desventaja, aumenta el aura de romanticismo a su alrededor. Además, desde las almenas rotas podrás disfrutar de una preciosa vista del río y el paisaje. Entre las piedras desgarradas del castillo comprenderás porque Heidelberg forma parte de la Ruta Romántica de Alemania.
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Nuevamente, gracias por los comentarios sobre éstos fantásticos lugares. A tener en cuenta.
Mi favorito es Neuschwastein. Hace tiempo que deseo visitarlo y, lo haré.
Gracias.
Muchas gracias a ti, Montserrat por tus comentarios.
Como bien dices, Neuschwastein es toda una joya. Esperamos que puedas conocerlo lo antes posible, porque seguro que te encantará.
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