Es uno de los destinos principales de todo aquel que piensa en viajar a Estados Unidos.
Las pronunciadas cuestas y las vistas desde la bahía son parte de su identidad pero hoy te vamos a contar todo lo que hay que ver en San Francisco.
Una ciudad con una historia trepidante, que comienza con las tribus indias, como los Mojave, sigue con la llegada de los jesuitas españoles, da paso a los monjes franciscanos, su posterior anexión a México, la independencia y termina tal y como la conocemos hoy.
Es el auténtico corazón de la tecnología americana, los movimientos alternativos y la cultura moderna. ¡Empecemos nuestro viaje!
Vamos a comenzar nuestra ruta por San Francisco por uno de los lugares más emblemáticos y turísticos.
Fisherman’s Wharf.
Estamos hablando de Fisherman’s Wharf. La zona antigua del puerto conserva ese aire de autenticidad que hace que sea una de las zonas más interesantes.
Pasea por el puerto con calma, disfrutando de cada rincón. Acércate al muelle 39 para ver cómo los leones marinos toman el sol, duermen una siesta o gruñen hambrientos.
Si te gusta la historia, en el puerto tienes dos joyas de la Segunda Guerra Mundial. El submarino USS Pampanito y el barco mercante SS Jeremiah O´Brien.
El primero logró hundir seis barcos enemigos y rescatar a 73 hombres en el Pacífico. Dentro de este submarino puedes sentir cómo era la vida para sus tripulantes, visitando el comedor, los dormitorios, la cocina,…
La decoración de las instalaciones es tal cual la de la época y hace que te sientas parte de la historia.
Por su parte, el SS Jeremiah O´Brien es el único superviviente de los 6.000 buques que asaltaron las playas de Normandía. Este barco mercante se encargaba de abastecer a las tropas estadounidenses y aliadas.
Si te encanta la fauna marina, aprovecha y déjate caer por el Acuario de la Bahía. Entre sus grandes atractivos, posee dos espectaculares túneles con más de 20.000 animales marinos.
Pulpos, rayas, tiburones y estrellas de mar son los grandes protagonistas, pudiendo acariciarlos al final del tour. ¿Te imaginas poder tocar un tiburón?
Una vez terminada la ruta por el puerto, aprovecha para comer o cenar allí. ¡El pescado fresco está garantizado!
Alcatraz.
Y después de haber recargado las pilas, es el momento de ir al muelle 33 y coger un barco hasta Alcatraz.
Situada en la bahía de San Francisco, fue una isla solitaria durante miles de años hasta que fue convertida en un fuerte; durante la Guerra Civil se instalaron más de 100 cañones y 400 soldados de forma que la isla pasó a formar parte del plan de defensa de los Estados Unidos.
Golden Gate y cercanías.
Al volver de Alcatraz puedes ir a Lombard Street. San Francisco es conocida por esas empinadas cuestas que tanto hemos visto en las películas (Si has visto ‘Bullit’ o ‘La Roca’ seguro que recuerdas las trepidantes persecuciones policiales)
Y la palma se la lleva esta calle situada entre Hyde y Leavenworth y su celebérrima cuesta de 40 grados en zigzag.
Ponte en la parte de abajo y espera a que bajen los coches (¡un espectáculo!) para conseguir la mejor foto.
Justo después aprovecha para acercarte hasta al emblemático puente de Golden Gate. Una buena opción es cruzarlo para disfrutar de las vistas desde el mirador H. Dana Bowers (conocido también como Vista Point), aunque puedes verlo perfectamente desde el otro lado.
El Golden Gate es el símbolo de San Francisco y, con sus 2,7 kilómetros de longitud y 227 metros de altura, también es uno de los mayores puentes colgantes del mundo.
Es el momento de dar media vuelta y dirigirse de nuevo al corazón de la ciudad rumbo a Haight- Ashbury. Por el camino, aprovecha para hacer un alto en el Golden Gate Park.
Más grande que Central Park en Nueva York (Golden Gate Park tiene cinco kilómetros de longitud y uno de anchura), imagínate lo que es intentar recorrerlo a pie.
Lo mejor es subirse de vez en cuando a uno de los minibuses que recorren los lugares más importantes del parque. Como el jardín japonés, con sus pagodas y sus bonsáis, los lagos, el molino holandés, el jardín de Shakespeare o el de las fragancias.
Por si fuera poco, en la zona del parque que colinda con la playa habita una manada de búfalos americanos (algo digno de ver) y por el interior del mismo hay grandes museos como el Young o el de la Academia de las Ciencias de California.
Haight- Ashbury.
Y llegamos a Haight-Ashbury, barrio bohemio por antonomasia que, a finales de los 60, fue el epicentro y origen del movimiento hippie. Este vecindario tiene una personalidad muy marcada, que se refleja perfectamente en los llamativos colores de sus fachadas y el ambiente relajado que se respira en sus calles.
Tiendas de ropa de segunda mano, de artesanía o locales de música en directo son parte del encanto de uno de los sitios que tiene que ver en San Francisco, sí o sí.
Alamo Square.
Pegado a Haight-Ashbury se encuentra una de las postales más reconocidas de la ciudad, las Painted Ladies.
Mundialmente conocidas por la serie de televisión ‘Padres Forzosos’, son parte de la hilera de preciosas y coloridas casas victorianas que componen Alamo Square, un barrio de altura desde el que, si la niebla lo permite, obtener una bonita panorámica de San Francisco y de Twin Peaks.
Dos colinas de casi 280 metros de altura que, a pesar de su nombre, no tienen ninguna relación con la serie de televisión homónima.
Twin Peaks es el punto perfecto para ver la ciudad, por ser el centro geográfico y el segundo punto más alto. Unas cimas que podrás coronar de manera sencilla, si tienes coche, o combinando el transporte público con un agradable ejercicio de senderismo.
Mission District.
La siguiente parada la vamos a hacer en Mission District para conocer el edificio más antiguo de san Francisco y, de camino, aprovecha para conocer el barrio de Castro, refugio de los pioneros del movimiento LGTBI.
La Misión Dolores es una iglesia de estilo colonial español cuya fundación data de 1776, obra de misioneros españoles.
El edificio, de gran importancia arquitectónica, religiosa e histórica, se compone de una austera pero coqueta basílica, una capilla, un cementerio y un museo de la historia de la misión.
Union Square.
Llegados a este punto, igual tienes ganas de hacer una incursión en la zona comercial de San Francisco. Así que vámonos a Union Square porque allí encontrarás grandes almacenes como Bloomingdale’s, Macy’s o Nordstrom y tiendas de alta costura como Dior, Chanel o Louis Vuitton.
Union Square es el núcleo central de la ciudad y la plaza recibió su nombre por las manifestaciones que se realizaban para apoyar al Ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión.
La plaza conserva ese espíritu reivindicativo y ese papel central a la hora de celebrar un concierto, una protesta o cualquier evento público importante que tenga lugar en san Francisco.
En las calles colindantes tienes galerías de arte, los mejores espectáculos de teatro y los restaurantes más elegantes de la ciudad.
Uno de los edificios más espectaculares de la zona es el del Museo Judío de Arte Contemporaneo, diseñado por el arquitecto Daniel Libeskind que renovó el World Trade Center.
Puedes ir a verlo y luego descansar un rato en Yerbabuena Gardens.
Yerbabuena Gardens.
Junto a esta tranquila zona verde tienes dos puntos de interés y que tienes que ver en San Francisco.Por un lado, el SFMoMA o Museo de Arte Moderno y, por otro, el memorial de Martin Luther King.
Nob Hill.
A escasos metros de allí, se encuentra la catedral Grace de elegante estilo gótico.
Una obra que enamora por varios motivos: su fachada diseñada a imagen y semejanza de la parisina Notre Dame; la luz azul con las que sus vidrieras iluminan el interior; sus techos altos que dan una sensación de amplitud increíble; y la música de su órgano, que lleva desde 1934 llenando de color el ambiente con sus notas.
Desde la catedral Grace, acércate al museo del Cable Car (tranvía) para descubrir la historia y todos los entresijos del tranvía, uno de los símbolos de San Francisco y sus empinadas cuestas.
Y tras un breve viaje en el tiempo, Chinatown te espera.
Chinatown.
Es la segunda comunidad china más grande de Estados Unidos, sólo por detrás de… ¡Exacto, Nueva York!
El brillo de los farolillos, las coloristas fachadas, los restaurantes, los templos y las numerosas tiendas repletas de “gangas” hacen de estas calles el sitio perfecto para imbuirse en el bullicio comercial. Por si no lo sabías, las galletas de la fortuna surgieron aquí y no en la lejana China.
Little Italy.
Y si te diriges al norte, rápidamente llegarás a Little Italy, con sus cafeterías, restaurantes, heladerías y establecimientos italianos. Un barrio tranquilo y que rebosa encanto.
Extra: ayuntamiento y Japantown.
Si tienes tiempo para más, no te pierdas el Ayuntamiento y la pagoda de Japantown. El primero es un enorme y grandioso palacio lleno de lujo y todo tipo de detalles. Se parece mucho a “Los invalidos” en París y su cúpula de 90 metros llama poderosamente la atención.
La pagoda de la Paz es el gran símbolo del barrio japonés más antiguo de todo Estados Unidos. Y el más grande, también.
Y esto es todo por nuestra parte, ahora es tu turno, ¿qué te han parecido esta guía de viaje de San Francisco?¿te han entrado unas ganas locas de conocer la famosa bahía y sus empinadas cuestas? Déjanos tu opinión aquí.