La cerveza de Praga tiene una reputación bien merecida. Descubre el porqué de su fama.
Los amantes de la cerveza tienen en Praga un auténtico centro de peregrinaje en el que disfrutar de alguna de las cervezas más famosas y reconocidas del mundo en un entorno medieval que rebosa magia, historia, encanto y belleza. En Praga, la cerveza –piva, en checo- es una forma de vida y un monumento de la ciudad por derecho propio.
A lo largo de los distintos barrios de la capital checa encontrarás multitud de bares y tabernas en las que sentarte a disfrutar de una buena cerveza acompañada de algunos platos de gastronomía centroeuropea, como el goulash, chocroute, o salchichas. La manera perfecta de reponer fuerzas mientras descubres que ver en Praga.
Muchos de los bares y tabernas más conocidos de la capital checa tienen su propia fábrica de cerveza, exclusiva para el consumo de sus clientes. Esto te permitirá recorrer las callejuelas de Praga degustando distintos tipos de piva elaboradas de manera artesanal y cada una con su propio sello de identidad.
Uno de los lugares más especiales para disfrutar de una cerveza checa es U-Fleku, famosa taberna de la Ciudad de las Cien Torres situada en el Nové Mesto –Ciudad Nueva-. En sus salones se puede disfrutar de una combinación de gastronomía, espectáculo y música tradicional en un ambiente de fiesta que te enamorará aún más de Praga. En las mesas de U-Fleku encontrarás, no solo turistas, también checos que vienen cada noche a disfrutar del encanto de este bar.
La cerveza en Praga – y en toda la República Checa- es mayoritariamente de la variedad pilsener, de color rubio y baja fermentación, aunque la cerveza negra también es muy popular, y en más de una taberna se fabrica artesanalmente. La pilsener nació en la ciudad de Pilsen, a 70 kilómetros de Praga, a la que debe el nombre, y que se ha convertido en una Meca para los amantes de esta bebida ambarina. Aunque, por supuesto, no es la única ciudad del país que destaca por su fabricación de esta bebida. También cabe destacar Nosovice o Ceske Budejovice, entre otros pueblos cerveceros.
En comparación con la cerveza a la que estamos acostumbrados, la cerveza de Praga es más suave y refrescante, lo que la hace ideal para acompañar a las comidas. Esta costumbre, unida a la gran cantidad de turistas que llegan cada año al país y consumen los centenares de tipos de cerveza que pueden encontrar, hacen que la República Checa sea el país con mayor consumo de cerveza per capita de todo el mundo.
Harías bien si además aprovechas tu estancia en Praga para probar, además, uno de los licores más famosos del Centro de Europa, el becherovka. Este aguardiente se fabrica en la cercana ciudad de Karlovy Vary siguiendo una receta de hierbas y raíces que permanece en secreto hasta el día de hoy.
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